martes, 27 de julio de 2010

La batalla del Hotel Matum




Un episodio de real preponderancia acontece un día como hoy en los anales de la historia dominicana en nuestra ciudad de Santiago, La batalla del Hotel Matum. El 19 de diciembre del 1965 un grupo de altos jerarcas militares comandado por el Coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó se encaminaron a nuestra ciudad Corazón con el objetivo primordial de ofrecer un homenaje al máximo líder y fundador del movimiento Constitucionalista, Coronel Fernández Domínguez, que había caído abatido el 19 de mayo de ése año cuando intentaba de una manera heroica emboscar el Palacio Nacional que era protegido por las fuerzas de Imbert Barreras y los invasores norteamericanos.

Aquel homenaje constaba de tres fases simples; la primera de ellas era dirigirse a la iglesia Nuestra Señora de la Altagracia para ofrecer una misa, la siguiente, llevar una ofrenda floral a la lápida de nuestro héroe y por ultimo reunirse en el Hotel Matum con amigos y familiares para compartir, almorzar y comentar algunas que otras historias sobre lo recién acontecido en los últimos días.

No obstante, el enemigo tenía planes muy diferentes para éste episodio. En la segunda fase de ésta etapa cuando se estaba depositando las ofrendas florales en el panteón del mártir se escucharon las ráfagas de ametralladoras que distorsionaron la solemnidad del acto dispersando rápidamente a los presentes y dejando un hondo presentimiento de que las cosas podrían complicarse.

Después de lo ocurrido en el panegírico del cementerio los presentes se reunieron en el lugar acordado, El Hotel Matum. Estando allí el ambiente al principio se mostraba acogedor, pero luego de un rato sorpresivamente empezaron a escucharse otra vez las ráfagas de ametralladoras y al percatarse, en un segundo, ya estaban rodeado de cientos de soldados enemigos con tanques de guerra, carros de salto y artillería pesada.

Aquel día perdieron la vida hombres memorables, que habían dejado grabado sus resonares nombres en cada una de las hazañas que libraron en el campo de batallas para defender la constitucionalidad nacional, hombres como el Jefe de Estado Mayor de las Fuerzas constitucionalistas Coronel Juan María Lora Fernández, aumentando mas con esta perdida el inmenso dolor y la angustia de haber perdido uno de los bravos que había luchado con extrema gallardía en cada una de las contiendas en contra el adversario.

Debemos destacar que éste acto de conspiración no fue mas que un intento fallido de los enemigos del pueblo por aniquilar a los protagonistas de una de las epopeyas históricas mas recordadas por los dominicanos como fue la inolvidable revolución de abril del 1965, no obstante esos macabros intentos quedaron rezagados ante la intrépida valentía de unos hombres que maniobraron como verdaderos guerreros defensores de la nación.



César Fernández

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