martes, 27 de julio de 2010

Destellos de gloria en medio de una masacre, 14 de junio del 1959

Existe un hecho trascendental que es calificado por algunos historiadores como el acto que marca el inicio del fin de la feroz dictadura trujillista. Y es que a partir de la expedición que se organizó en Cuba en 1959 por exiliados dominicanos, con el apoyo de Fidel Castro y el Presidente de Venezuela Rómulo Betancourt; la cual tenía la finalidad de derrocar el funesto gobierno de Rafael Leonidas Trujillo, el país entona un nuevo curso, tomando la situación un giro de 360 grados.

Aquellos heroicos combatientes que desembarcaron el 14 de junio del 1959 por las inmediaciones de Constanza, Maimón y Estero Hondo eran dirigidos por Enrique Jiménez de Moya, un dominicano que había sido capitán en el ejército de Castro y por Delio Gómez Ochoa, que era cubano y fungía la posición de comandante de la guarnición rebelde de Fidel. Pero la experiencia guerrillera de aquellos soldados no fue suficiente y su misión fue frustrada, debido a que el complot fue delatado con anticipación y los guerrilleros fueron capturados, torturados; unos llevados a la silla eléctrica y otros fusilados en masa. Una verdadera masacre.

Para que tengamos una idea mas clara de la forma despiadada con que se manejó la situación, Johnny Abbes García, el cual era jefe del Servicio de Inteligencia Militar en la era de Trujillo, describe en sus memorias tituladas Trujillo y Yo: “Estaba en esos días muy de moda la solución que daba Fidel Castro a los problemas causados por opositores contra su régimen: EL PAREDON. Como los invasores eran servidores de Fidel Castro, nuestras autoridades militares pensaron que había que pagarle con la misma moneda.”
No obstante, éste no fue el único mecanismo usado por la maquinaria represiva del régimen, sino también, hicieron circular la noticia de que los guerrilleros vinieron llenos de dólares y los campesinos que lo mataran podían quedarse con el botín, lo que produjo una sangrienta persecución.

Sin embargo, a pesar de aquella brutal cacería y el fracaso rotundo de la expedición, el pueblo dominicano entra en un trance de profundo análisis y reflexión de la amarga realidad represiva que estaba padeciendo el país, por lo que un grupo de jóvenes decidieron enarbolar el sufrimiento de aquellos mártires que habían venido a liberarnos, pero que habían caído bajo la furia descomunal del dictador y sus secuaces y que fueron masacrados como animales. Por lo que acogen el día del desembarco de la expedición, es decir el 14 de junio, para nombrar el movimiento de izquierda que lucharía en contra de la tiranía como ningún otro grupo lo había hecho. A esta institución pertenecieron figuras de alto renombre en la historia nacional como Manolo Tavárez Justo, las hermanas Mirabal, entre otros.

A mi entender, los lideres que crearon éste importante movimiento eran fieles seguidores de los ideales fidelistas, ya que esta misma estrategia había sido usada en Cuba años anteriores.

El 26 de julio del 1953 Fidel Castro junto a un grupo armado asalta el Cuartel de Moncada en Santiago de Cuba, como protesta a la mala situación política, social y económica que vivía su pueblo, esta fecha sirvió como simbología revolucionaria para crear una corriente izquierdista llamada 26 de Julio, para luchar en contra del régimen de Batista, otro dictador, el cual sería derrocado seis años mas tarde con la insurrección guerrillera de Castro en Sierra Maestra y su descenso triunfal hasta La Habana.

Éste próximo domingo 14 de junio se cumple el cincuenta aniversario de aquella importante gesta patriótica, la cual sirvió como trampolín para concientizar una nación atemorizada de que era posible luchar por la libertad, la democracia y el bien colectivo.
Gloria y honor a ustedes, inolvidables héroes revolucionarios que lucharon por cambiar el curso despótico de nuestra nación.

César Fernández

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