jueves, 8 de julio de 2010

Actual composición social en la República Dominicana 1

Actual composición racial de la República Dominicana

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La economía de nuestro país por un largo período estuvo sustentada por el cultivo de caña de azúcar, sobre todo a partir de la Primera Guerra Mundial (1914-1919) cuando los campos de remolacha de azúcar de Europa fueron devastados durante la contienda. Esto provocó que dos de los países de las Antillas Mayores (Cuba y Santo Domingo) se convirtieran en los principales suplidores de éste producto.

Desde ese momento los ingenios azucareros se convirtieron en minas de oro y también en la principal fuente de empleo del país. Pero muchos dominicanos se negaban a trabajar en dichos ingenios por el mal pago que recibían y decidieron regresara a sus antiguas labores de labrar la tierra en campos y conucos. A partir de ahí la industria azucarera tendrá que enfrentar uno de sus mayores obstáculos: la falta de mano de obra.

Para combatir éste problema rápidamente se ideó traer jornaleros de otros países, esto dio pié a que a nuestro territorio llegaran dos grandes grupos migratorios: Cocolos y haitianos.

En el primer caso, con la palabra ¨cocolo¨ se identificó a los trabajadores que procedían de diversas islas de las Antillas Menores como Sanit Kitts, Islas Vírgenes, Monserrat, Dominica y San Martín. Estos realizaban el trabajo por un menos costo y al terminar debían ser regresados a sus países, pero muchos de ellos se asentaron en diversas ciudades como San Pedro de Macorís, Puerto Plata y Samaná. Por eso vemos que alguno de los habitantes de esas localidades siendo negros tienen apellidos ingleses.

Solamente para que tengamos una idea de la cantidad de braceros negros que ingresaba anualmente a nuestro territorio, citaremos las Memorias de la Secretaria de Agricultura del 1920, en la cual podemos observar que de 22,121 braceros extranjeros 11,120 eran cocolos y 10, 124 eran haitianos, los que nos da un estimado de la cantidad que pudo haber entrado durante diez o quince años.

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Por otro lado, el caso de las emigraciones haitiana es mucho mas complejo por la cercanía de las naciones y también por los distintos períodos en que se han registrado. Desde antes de que se fundara la República de Haití los negros esclavos de Saint Domingue Francés se fugaba a la parte española, por que aquí los amos le daban mucho mejor trato. Estos negros fundaron localidades tan conocidas como san Lorenzo de los minas en la capital.

Sin embargo, el punto de mayor mezcla cultural de estas dos naciones se da ha partir de la invasión haitiana iniciada el 9 de febrero del 1822 a cargo del General Juan Pedro Boyer, la cual se extendió hasta 1844. Este periodo de predominio haitiana en nuestro territorio se tenía la concepción de que la isla era una e indivisible, se instala el idioma francés como obligatorio para todos los asuntos legales y comienza una lenta fusión que sería interrumpida por la proclamación de la Independencia Nacional.

No obstante, el auge de la industria azucarera nuevamente hace que los haitianos penetren al país en gran cantidad, producto de la falta de mano de obra como ya lo acentuamos anteriormente. Estas grandes oleadas terminarían a partir del 2 de octubre de 1937 cuando inicia la conocida Operación Perejil en la Dictadura Trujillista, que le costaría la vida por lo menos a 18000 haitianos, con el objetivo de dominicanizar la frontera.

Sin embargo, esto no impidió que los dominicanos absorbieran diversos rasgos característicos de la cultura haitiana como la practica de la hechicería a través del budú, la cual incluye sacrificios de animales, las fiestas de palo, el uso del tambor en la música criolla y el estilo del pelo entrenzado.

Hoy en día es tangible como la emigración haitiana se ha acelerado y ya es normal ver a un haitiano en los mercados y semáforo vendiendo sus productos, en las escuelas y universidades estudiando, trabajando en hoteles turísticos y hasta en algunos hospitales fungiendo como médicos. Pero para las décadas del 80 y principio del 90 los haitianos que vivian en nuestro país residían en los campos y bateyes escondidos y era poco común verlos de día. Recuerdo que cuando éramos niños y nos portábamos mal se nos asustaba diciéndonos que ´´el haitiano´´vendría y nos comería, por que su presencia era poco usual, pero hoy e no es así. Esto es una muestra de cómo su cultura se ha integrado e influido en nuestra sociedad.

Educador


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