Un aniversario más cumplió este pasado 12 de octubre que se efectuó el histórico Descubrimiento de América, en donde celebramos con júbilo el día de la raza y el encuentro de dos culturas totalmente diferente como fueron la indígena y europea. Sin embargo, esta alegría apoteósica con que se acoge dicha celebración nos da a entender que aun el pueblo no comprende lo que real y efectivamente pasó a partir de aquel funesto hallazgo a cargo del genovés Cristóbal Colón.
La cultura taina estaba estructurada en función a las creencias religiosas y la adoración de los dioses, los cuales estaban representados casi en su totalidad a través de la naturaleza. Dentro de esas creencias existía una profecía que predicaba la llegada de uno de sus dioses por el occidente, al Colón asomarse a tierra firme desde el océano con gigantescos barcos, espadas, varas que tronaban (rifles), vestidos totalmente y con un escuadrón que le seguía; los ingenuos indígenas pensaron que aquel era el todopoderoso que auguraban sus predicciones y se mostraron sumisos y serviciales ante ente los supremos señores.
Visualicemos aquellos casi cien hombres llegar a una hermosa tierra paradisiaca después de mas de dos meses navegando en alta mar, cansados de solo ver agua y la cara de sus compañeros tripulantes en el barco, traumados por la escasez de alimento que padecían y con amplias necesidades sexuales acumuladas durante mas de sesenta días. Al llegar a tierra lo primero que visualizan son amigables habitantes que lo acogen con alegría y reverencias, bellas mujeres cuasi-desnudas de una tez poco usual para la óptica española, las cuales le brindaban su hospitalidad.
¿Qué contempla usted que fue el primer pensamiento que incubó el cerebro de los recién llegados?
¿Qué impresión se llevaron al ver los suntuosos aretes de de oro macizo colgando de narices y orejas de los indígenas?
¿Existe la posibilidad de que aquellos “dioses” se les entregaran ofrendas de bienvenidas dentro de las cuales figuraran proporciones módicas de oro y plata?
Estas impresiones bastaron para sembrar en el corazón y mente del español el deseo de apoderarse, en primera instancia de las mujeres, para satisfacer sus necesidades básicas y luego de sus tierras y oro. Claro, estas maquiavélicas ansias de dominación conllevaron al exterminio total de la raza indígena en nuestra isla en periodo promedio de cincuenta años. aquellos sádicos métodos usados para suprimir y esclavizar a una raza que no estaba acostumbrada a ser domada ni sometida al yugo y leyes de nadie, mas que de sus dioses, provocaron suicidios colectivos, en los cuales el padre de familia prefería matar a sus hijos y mujeres y luego suicidarse antes de someterse al dominio español .
Esta, matanza y exterminio total trajo como consecuencia una fuga y perdidas de conocimientos importantísimos para poder estudiar profundamente la cultura indígena en un universo total, ya que los que se ha dicho es solo una mínima parte recopilada a través del diario de Colon y de los apuntes de los padres y frailes que llegaron a la isla, sin embargo desconocemos bastante de cómo estaban estructuradas realmente sus leyes, educación. Solo tenemos conocimientos básicos sobre su gastronomía, modo de producción, división política y jerarquía en su estructura de clase sociales.
Este es un día no para celebrar sino más bien para reflexionar sobre todos los crímenes, vejámenes, injusticias, violaciones y robos que cometieron los españoles en contra del inocente pueblo indígena, los cuales fueron victima de la mano destructora y despiadada del conquistador.
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