jueves, 26 de enero de 2012

El 4% y la fuerza de los movimientos sociales.

Los movimientos sociales en la historia de la humanidad son antiquísimos. Por un movimiento social la plebe obtuvo sus primeros derechos en la antigua Roma y a través de un movimiento social se inició la Revolución Francesa, cuando un pequeño grupo se sintió insultado por las injusticias que cometía la nobleza en contra del pueblo y vemos como ésta revolución culminó con la abolición de la esclavitud y la Declaración Universal de los Derechos del Hombre.
De hecho, nuestra Independencia Nacional es producto de un movimiento social nacido en la clase media a la cabeza de Duarte y los Trinitarios, como de igual forma la Restauración y otros acontecimientos importantes de nuestra Historia Patria. La revolución Cubana comienza sus primeros balbuceos con un movimiento social estudiantil, el cual efectuó el asalto al Cuartel Moncada, en Santiago de Cuba, el 14 de julio del 1953 dirigido por Fidel Castro. Castro fue tomado prisionero y es en éste proceso que elabora el histórico discurso titulado ¨La Historia me Absorberᨠpara defenderse en los tribunales.
Luego de la muerte de Trujillo y luego del pueblo estar estrangulado democráticamente por más de treinta años, el país comienza a organizarse para luchar por la libertad. Vemos como se fundan diversas asociaciones y nuevos partidos. Se agrupan los profesores, los trabajadores, las mujeres y los grupos de izquierda.
Es obvio que un movimiento social nace a partir de que surgen los intereses en una clase, ya sea una clase dominante o popular. La República Dominicana está siendo participe del último gran movimiento social de nuestra historia. La lucha por 4% para la educación es una realidad que penetra en todas las esferas nacionales, y no solo penetra, sino también que es apoyada desde el hoyo más marginal hasta la urbe más distinguida. La apoya el pobre porque está consiente de que sin una buena formación académica seguirá pobre y jodido para toda la vida y la apoya el burgués, el empresario y el rico porque sabe que sin un personal capacitado que labore en su empresa su capital está en riesgo.
La educación es la columna vertebral del desarrollo de los pueblos y como ande la escuela caminará en Estado. El país que pretenda avanzar sin una buena educación es como poner la carreta delante del caballo. Nuestro país necesita más escuelas con equipos tecnológicos competentes para poder ofrecer una educación en función a los nuevos retos de la época contemporánea, y además, profesores capacitados con un alto nivel de competitividad. Para lograr esto no solo se necesita inversión en las infraestructuras, sino también en la preparación del docente.
No menospreciemos los grandes cambios que han motorizados los movimientos sociales en la historia, y no dudemos que este sea el inicio de un proceso de transformación en el sistema educativo nacional.